Cuando hablamos de una tulpa, hablamos de un paquete de información, donde se ha generado un montón de pensamientos, ideas y éste va multiplicándose.
Imaginemos, que fuese una burbuja de jabón, una tulpa está llena como si fuese una burbuja de jabón, eso se queda en todo lo que sería una esfera, que sería la esfera del planeta tierra, que se le llama como si fuese el gran ordenador cuántico; todo lo que registra, todos los datos de todo lo que existe, es como la gran computadora, madre tierra lo recoge todo, por eso somos el resultado del colectivo.
Ahora mismo nos encontramos en esta ascensión, debemos ir quitando y desconectando uno a uno estos egregores o tulpas como lo queramos llamar, ya que al fin y al cabo nosotros nos hemos quedado conectados por alguna creencia, por algún permiso, por lo que fuere, ya que mucho modo observador hace que se sostengan ciertas frecuencias aunque nosotros queramos evitarlo.
Imaginemos que vivimos en una ciudad y estamos en un barrio un poquito más denso, donde hay más escasez y personas pesimistas, todo lo que habite allí se retroalimentará en esa misma vibración.
Por eso es importante ir a la playa o en su defecto quitarnos los zapatos y tocar madre tierra, conectarnos, fluir, tener nuestro espacio. Este es un momento importante para empezar a tener un poquito más de cordura y conectarnos más con la voz interior de nuestra alma.